De la educación infantil y las artes gráficas vienen Pilar y su marido, pero hace diez años, cuando heredaron unas tierras en Alboraya, decidieron dejar todo y dedicarse totalmente a la agricultura ecológica. No les pillaba de nuevas, pues ya habían trabajado l´horta en paralelo a sus trabajos, aunque lo hacían como les habían enseñado sus abuelos. Después de unos cursos y de descubrir lo favorable que es para la tierra, el producto y el planeta, cambiaron el modelo y ya llevan diez años haciendo agricultura ecológica.
Desde entonces defienden esta forma de producir. Eligieron agricultura ecológica por conciencia sanitaria, saben de las consecuencias nocivas que los productos químicos, los que muchos usan en las huertas, pueden tener para quienes consumen las verduras. Además, el cultivo ecológico les posibilita mayor variedad en sus cosechas, ya que un producto ecológico puede aportarle a otro los nutrientes que necesita, este es su truco para no necesitar insumos externos y tener una tierra más autosuficiente.
Ofrecen muchas cosas, pero presumen de sus alcachofas y habas en invierno y de sus tomates en verano. Les puedes encontrar en la planta baja de su casa o en el mercado de Ruzafa.